CAPÍTULO 1
Verso de apertura:
2 Co-Korintyim ב 11:4 – Porque si alguien viene y les habla de otro Yeshúa יֵשׁוּעַ diferente al que nosotros le proclamamos, o si reciben un ruaj diferente al que han recibido, o aceptan algunas llamadas “buenas noticias” diferentes a las Buenas Noticias que ya aceptaron, ustedes bien podrían haber sido ya convencidos.
Capítulo 1
YESHÚA HA MASHÍAJ NO ES “Jesús el Nazareno” del siglo II a.C.
Del que habla el Talmud y citan los antimisioneros
El Talmud, en el tratado Sotá 47a, menciona a un personaje conocido como “Jesús el Nazareno”, quien fue discípulo de Yehoshúa ben Perajia (נָשִׂיא – Nasi, presidente del Sanedrín) durante la segunda mitad del siglo II a.C. Esta figura, según las fuentes rabínicas, fue rechazada por su maestro, acusado de adorar ídolos, practicar hechicería y extraviar al pueblo judío.
Muchos malinterpretan estas referencias, confundiendo a este personaje con Yeshúa Ha Mashíaj, el Mesías prometido, quien vivió en el siglo I de nuestra era. Esta confusión ha llevado incluso a controversias doctrinales y a una larga historia de persecuciones contra los judíos y el propio Talmud.
Advertencia contra la confusión
Los antimisioneros modernos, basados en estas menciones talmúdicas, atacan a Yeshúa Ha Mashíaj alegando que el Talmud lo condena. Pero esto se debe a una lectura errónea: el personaje que el Talmud describe no es el Mesías bíblico, sino otro individuo, de otra época y otro carácter.
Como consecuencia de esta confusión, en 1236 EC un apóstata judío llamado Nicolás Donin presentó al Papa Gregorio IX una serie de acusaciones contra el Talmud, lo que provocó su quema pública y persecución en masa. Atribuyeron blasfemias contra Jesús el Cristo del cristianismo cuando en realidad, los textos se referían a otro “Jesús”.
El pecado de Lashón Hará
Difamar a Yeshúa Ha Mashíaj es un pecado grave, que en la ley judía se conoce como Lashón Hará (לשון הרע) — “lengua maligna”. Este término se refiere a hablar negativamente de alguien, incluso si lo que se dice es verdad, si no se hace con el propósito de edificar o corregir.
Más grave aún es el pecado de Hotzaat shem ra — difundir mentiras con la intención de dañar la reputación. Ambos están prohibidos por la Torá.
El contexto histórico del Talmud
Otra prueba clara de que el Jesús del Talmud no puede ser el verdadero Mashíaj, es su vínculo con el Rey Yannai (Alejandro Jannaeus), un monarca asmoneo que reinó entre el 103 y el 76 a.C. Esta conexión temporal imposibilita que se trate de Yeshúa Ha Mashíaj, quien vivió un siglo después.
Además, el Talmud mismo relata que Yehoshúa ben Perajia lo excomulgó, y que tras ser rechazado varias veces, el alumno levantó un ladrillo y lo adoró, cayendo así en idolatría. El relato concluye con su sentencia por parte de las autoridades judías, quienes lo acusan de brujería, idolatría y desvío del pueblo.
Conclusión espiritual
Es fundamental que todo creyente que ama a Yeshúa Ha Mashíaj entienda esta distinción. El Mesías de Israel no es el personaje del Talmud perseguido por su pecado y herejía. Al contrario, Yeshúa es el más grande de los rabinos, el Ungido del Eterno, quien murió y resucitó para redimir a Su pueblo.
Rechazarlo por causa de una confusión es caer en error y alejamiento de la verdad revelada en el Tanaj y confirmada por Su resurrección.
CAPÍTULO 2
La Confusión Histórica: El “Jesús” del Talmud NO es el Mashíaj
Versículo de apertura:
“El que tenga oídos para oír, oiga lo que el Ruaj dice a las asambleas…”
— Revelación (Apocalipsis) 2:7
Introducción
Uno de los errores más frecuentes y peligrosos en los debates teológicos entre judíos y seguidores del Mashíaj Yeshúa es la confusión entre dos figuras históricas distintas: el “Jesús” que aparece en algunos textos del Talmud (siglo II a.C.) y Yeshúa Ha Mashíaj, el Mesías prometido en el Tanaj (Antiguo Pacto) que vivió en el siglo I.
Este capítulo desvela cómo esa confusión ha sido utilizada para desacreditar al verdadero Mashíaj, y cómo los antimisioneros modernos han heredado esta lectura errada.
¿Quién era el Jesús mencionado en el Talmud?
El Talmud, en Sotá 47a y Sanedrín 43a, menciona a un tal “Jesús el Nazareno” como discípulo de Yehoshúa ben Perajiah, quien vivió aproximadamente en el año 100 a.C. Este Jesús es descrito como un estudiante rebelde, que fue expulsado por mirar de forma inapropiada a una mujer, y que terminó adorando un ladrillo como ídolo y practicando hechicería.
Recuadro Talmúdico:
“Jesús el Nazareno practicó brujería, incitó al pueblo a la idolatría y los llevó por el mal camino.”
(Sanedrín 43a)
Evidentemente, este personaje no puede ser Yeshúa Ha Mashíaj, quien nació más de un siglo después. No hay cruce histórico posible entre ambos, ni en fechas, ni en contexto, ni en misión.
La distorsión de los antimisioneros
Algunos rabinos y maestros antimisioneros, sin examinar los detalles históricos ni las diferencias doctrinales, utilizan los pasajes del Talmud para atacar a Yeshúa Ha Mashíaj, presentándolo como un hereje. Esta acusación no solo es históricamente incorrecta, sino que también incurre en Lashón Hará (לשון הרע) — el pecado de hablar mal de alguien injustamente.
Recuadro de reflexión:
“Lashón Hará es pecado incluso cuando lo que se dice es cierto, si no hay propósito de edificación o restauración.”
(Halajá judía tradicional)
Esta confusión ha causado que muchos creyentes sinceros duden de su fe o se alejen del verdadero Mashíaj por culpa de un malentendido promovido durante siglos.
La Verdad del Mashíaj revelado
Yeshúa Ha Mashíaj fue reconocido por los más grandes talmidím (discípulos) como el cumplimiento de las promesas mesiánicas. Su vida, muerte y resurrección cumplen las profecías del Tanaj, no los relatos oscuros y condenatorios del Talmud que describen a un personaje completamente distinto.
Recuadro bíblico:
“Porque el Mashíaj murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”
— 1 Corintios 15:3–4
Conclusión espiritual
La verdad debe ser restaurada con luz, no con confusión. Yeshúa no fue hechicero, ni hereje, ni incitador como dice el Talmud del Jesús del siglo II a.C. Él es el Ben Elohím, el Siervo sufriente prometido por Yeshayahu (Isaías), el Cordero de la expiación, el Mesías de Israel.
Como creyentes en el Mashíaj, es nuestro deber distinguir la verdad del error, el Ruaj HaKódesh de la confusión religiosa, y no permitir que la ignorancia robe nuestra esperanza.
“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
— Yojanán (Juan) 8:32
CAPÍTULO 3
La Responsabilidad de Discernir: No Difames al Mashíaj
Versículo de apertura:
“No levantarás falso testimonio contra tu prójimo.”
— Shemot (Éxodo) 20:16
Introducción
Hablar en contra de Yeshúa Ha Mashíaj con ignorancia o desprecio no solo es una falta de conocimiento histórico, sino también una grave ofensa espiritual. El Talmud enseña que debemos usar la mano izquierda para alejar y la derecha para acercar. Pero con el personaje mal interpretado como “Jesús”, lo empujaron con ambas manos. Esta actitud también ha sido adoptada por algunos hoy: rechazar sin discernir.
El rechazo de Yehoshúa ben Perajiah
El relato talmúdico cuenta que Yehoshúa ben Perajiah, maestro del “Jesús” del siglo II a.C., lo excomulgó por mirar con deseo a una mujer. Jesús intentó volver a su maestro en varias ocasiones, pero fue rechazado. Finalmente, pensó que ya no tenía perdón y adoró un ladrillo como ídolo.
Recuadro Talmúdico:
“Rabí Yehoshúa le dijo: ‘¡Malvado! ¿A esto te dedicas, a mirar a las mujeres?’ Y lo excomulgó con 400 shofarot.”
(Sotá 47a)
Cuando finalmente su maestro quiso recibirlo, Jesús no entendió la señal… y se perdió. Esto ilustra cómo la falta de compasión y discernimiento puede empujar a alguien a la perdición.
Cuando el juicio reemplaza a la gracia
El Mashíaj Yeshúa enseñó compasión, perdón, restauración. Pero muchos religiosos de su época —y aún hoy— han preferido el juicio sin misericordia. Así también, los que confunden al Jesús talmúdico con Yeshúa Ha Mashíaj están repitiendo el mismo error de Yehoshúa ben Perajiah: juzgar sin comprender, rechazar sin escuchar, confundir sin estudiar.
Reflexión:
“Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.”
— Lucas 6:36
El pecado de hacer pecar a otros
La Gémara menciona que Jesús “hizo pecar a las masas” y por ello no pudo arrepentirse. Este relato corresponde al personaje del siglo II a.C., no al Mashíaj. Pero incluso en ese nivel, el Talmud advierte sobre la gravedad de hacer caer a otros en error.
Cuánto más grave es cuando un líder espiritual moderno hace dudar a otros del verdadero Mashíaj usando argumentos equivocados.
Cita clave:
“Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que se le colgara una piedra de molino al cuello…”
— Mateo 18:6
Conclusión espiritual
Hoy, muchos se convierten en jueces sin haber leído, enseñan sin haber investigado, y predican sin discernir el espíritu. No seas uno de ellos. No difames al Mashíaj. No rechaces al Ungido por ignorancia heredada.
Como creyente, como maestro, como estudioso, tienes la responsabilidad de escudriñar con emuná (fe) y con verdad. La diferencia entre Yeshúa Ha Mashíaj y el Jesús del Talmud no es un simple dato… es una puerta entre la vida y la perdición.
“Examinenlo todo, retengan lo bueno.”
— 1 Tesalonicenses 5:21
CAPÍTULO 4
El Rey Yannai y el Jesús del Talmud: Una Evidencia Cronológica
Versículo de apertura:
“Hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.”
— Kohelet (Eclesiastés) 3:1
Introducción
Uno de los errores más contundentes de quienes atacan a Yeshúa Ha Mashíaj usando el Talmud es ignorar el contexto histórico. El “Jesús” mencionado en los textos rabínicos aparece durante el reinado del Rey Yannai (Alejandro Jannaeus), un gobernante asmoneo que vivió aproximadamente entre el 103 y el 76 a.C.
Este dato es irrefutable: el personaje del Talmud no puede ser Yeshúa de Nazaret, quien vivió un siglo más tarde. El tiempo lo desenmascara.
¿Quién fue el Rey Yannai?
Alejandro Jannaeus (Yanai HaMelej) fue un rey cruel, que gobernó con mano dura, persiguió a los sabios y provocó una guerra civil interna entre fariseos y saduceos. Su reinado aparece claramente vinculado en el Talmud a los eventos donde se menciona a Yehoshúa ben Perajiah y su alumno excomulgado: “Jesús el Nazareno”.
Recuadro histórico:
“Cuando el Rey Yannai estaba matando a los sabios, Yehoshúa ben Perajiah huyó a Egipto… y su alumno fue con él.”
(Sotá 47a / Sanedrín 107b)
Yeshúa Ha Mashíaj, en cambio, nació durante el reinado de Herodes el Grande, bajo el dominio romano, alrededor del año 4 a.C. Los contextos políticos y religiosos son totalmente distintos.
¿Por qué esto es importante?
Porque la identidad del Mashíaj no puede estar basada en rumores, citas fuera de contexto o difamaciones. Si un líder religioso o estudioso mezcla las figuras y confunde los relatos, está enseñando mentira sin saberlo, y conduciendo a otros a error.
Esta diferencia cronológica es una de las pruebas más claras de que el Jesús talmúdico no es el mismo que Yeshúa Ha Mashíaj.
Aplicación devocional
Como discípulos de la verdad, debemos ser diligentes y estudiar con profundidad. La historia no está para ser ignorada, sino para ser herramienta de discernimiento espiritual. Y si el tiempo muestra que el Jesús del Talmud vivió 100 años antes, entonces no es nuestro Señor.
Recuadro de sabiduría:
“Mi pueblo fue destruido por falta de conocimiento.”
— Hoshea (Oseas) 4:6
Conclusión espiritual
Cuando abrimos los ojos a la historia, fortalecemos nuestra fe. No temamos escudriñar el pasado. Al contrario, al hacerlo, confirmamos que Yeshúa Ha Mashíaj no fue un hechicero ni un hereje, sino el Siervo Sufriente, el Hijo de David, el Hijo del Hombre.
La distinción entre el Mashíaj verdadero y el Jesús del Talmud no es solo académica, es una cuestión de fidelidad espiritual.
“Examina todo con atención; aférrate a lo bueno.”
— 1 Tesalonicenses 5:21
CAPÍTULO 5
¿Está Inspirado el Talmud? La Tradición Frente a la Revelación
Versículo de apertura:
“Tu palabra es verdad desde el principio, y cada uno de tus justos juicios permanece para siempre.”
— Tehilim (Salmos) 119:160
Introducción
Muchas veces se asume que porque el Talmud es un texto estudiado por los sabios de Israel, todo lo que contiene es inspirado por el Eterno. Pero esto no es así. Aunque es una obra monumental de sabiduría judía, el Talmud no es la Torá escrita ni la Nevuá (profecía). Contiene debates, interpretaciones y opiniones humanas.
Por ello, no todo lo que el Talmud dice debe ser tomado como revelación divina.
¿Qué es el Talmud?
El Talmud es una recopilación de discusiones rabínicas sobre la Ley, ética, costumbres y tradiciones judías. Se compone de la Mishná (ley oral) y la Guemará (comentario). Es una herramienta de estudio, pero no es Escritura.
En sus páginas conviven opiniones contradictorias, relatos alegóricos, e incluso afirmaciones discutibles. Es parte de la historia del pueblo judío, pero no debe estar por encima de la Palabra del Eterno.
Recuadro de enseñanza:
“No añadan a lo que Yo les mando, ni quiten de ello, para que guarden los mandamientos de YHVH vuestro Elohím.”
— Devarim (Deuteronomio) 4:2
El error de tomar el Talmud como juicio final
Basarse en el Talmud para condenar a Yeshúa Ha Mashíaj es poner la tradición por encima de la revelación divina. Ningún pasaje talmúdico anula las profecías del Tanaj ni puede invalidar lo que el Ruaj HaKódesh ha revelado a través del Mashíaj.
Muchos antimisioneros, sin una base espiritual real, citan el Talmud como “prueba” contra Yeshúa. Pero el mismo Talmud está dividido en su forma de referirse a él, y nunca lo identifica claramente como el Yeshúa del siglo I.
¿Cómo debe responder un creyente?
Con sabiduría, mansedumbre y claridad. No rechazamos el Talmud como si fuera enemigo, pero no lo adoramos ni lo elevamos por encima de la Torá. Lo usamos como contexto histórico, como reflejo del pensamiento judío, pero nuestra autoridad final está en la Palabra inspirada: el Tanaj y el testimonio del Brit Hadashá.
Recuadro de defensa:
“Toda Escritura es inspirada por Elohím, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
— 2 Timoteo 3:16
Conclusión espiritual
La tradición tiene su lugar. Pero la verdad eterna viene del Cielo. Yeshúa Ha Mashíaj no necesita ser defendido por argumentos humanos, sino reconocido a la luz del Tanaj, del Ruaj HaKódesh y de los frutos espirituales que ha dejado en millones de vidas transformadas.
El Talmud puede ser útil… pero no es el juez. El juicio justo lo da el Padre, y Él ya lo ha exaltado:
“Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. A Él oíd.”
— Mateo 17:5
CAPÍTULO 6
El Juicio Final: El Mashíaj No Puede Ser Juzgado Por la Tradición Humana
Versículo de apertura:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la suya; él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.”
— Bereshit (Génesis) 3:15
Introducción
Desde el primer libro del Tanaj, se nos anuncia un conflicto: entre la serpiente y la simiente de la mujer. Esa simiente es el Mashíaj, y el conflicto continúa hasta hoy. Una de las estrategias más antiguas del adversario ha sido disfrazar la verdad con mentiras religiosas, para que el pueblo mismo rechace al Salvador que tanto necesita.
El falso juicio del Talmud
El Talmud registra que “Jesús el Nazareno” fue apedreado y colgado en víspera de Pesaj. También señala que se proclamó su ejecución durante cuarenta días, como si se tratara de un proceso justo. Pero luego dice claramente que no se halló defensa para él, y se procedió a la pena capital por “hechicería e idolatría”.
Estas acusaciones no pueden referirse a Yeshúa Ha Mashíaj, quien fue crucificado por los romanos, no apedreado por los judíos, y cuyo juicio fue irregular, rápido y sin pregonero.
Recuadro crítico:
“Jesús el Nazareno fue apedreado y colgado en la víspera de la Pascua… se proclamó su castigo durante cuarenta días, pero no se halló razón para absolverlo.”
(Sanedrín 43a)
El verdadero Yeshúa fue traicionado, entregado por el Sanedrín, pero ejecutado por Roma. No encaja en este proceso del Talmud, que describe a un personaje totalmente distinto.
¿Por qué tantos caen en el error?
Porque muchos enseñan religión, pero no conocen al Mesías. Repetir dogmas no es lo mismo que conocer la verdad revelada por el Ruaj HaKódesh. Se ha vuelto común citar el Talmud como si fuera más confiable que la Torá misma, olvidando que el único juicio que realmente importa es el del Eterno.
La justicia divina frente al juicio humano
El Eterno no confía Su Ungido a los tribunales del hombre. El juicio contra Yeshúa fue profetizado, pero la sentencia no la dictó ningún rabino, ni ningún César. Fue el mismo Elohím quien permitió Su sacrificio para redención de muchos.
Cita de poder:
“Fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades… y por sus heridas fuimos sanados.”
— Yeshayahu (Isaías) 53:5
Conclusión espiritual
El juicio que importa no es el de los textos rabínicos ni el de los concilios romanos. Es el juicio del corazón. ¿Quién dices tú que es Yeshúa Ha Mashíaj?
¿Lo verás como un hereje histórico, o como el Ungido del Eterno?
Hoy, muchos siguen condenándolo sin causa, repitiendo el error de los fariseos, del Sanedrín, de Pilato… pero hay esperanza: si hoy oyes Su voz, no endurezcas tu corazón.
“He aquí el Cordero de Elohím, que quita el pecado del mundo.”
— Yojanán (Juan) 1:29
CAPÍTULO 7
Las Profecías del Tanaj Cumplidas por Yeshúa Ha Mashíaj
Versículo de apertura:
“No penséis que he venido a abolir la Torá o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir.”
— Mattityahu (Mateo) 5:17
Introducción
Muchos afirman ser líderes espirituales, reformadores o incluso enviados por el Cielo. Pero solo uno ha cumplido con precisión las señales mesiánicas del Tanaj: Yeshúa Ha Mashíaj.
El Tanaj (Antiguo Testamento) contiene más de 300 profecías relacionadas con la venida del Mashíaj. Estas no son vagas predicciones, sino descripciones específicas sobre su nacimiento, vida, sufrimiento, muerte y victoria.
Yeshúa no solo las cumple —las encarna con exactitud divina.
Profecías cumplidas con precisión
A continuación, una lista de algunas de las más claras profecías mesiánicas cumplidas por Yeshúa:
Profecía | Escritura | Cumplimiento en Yeshúa |
---|---|---|
Nacido de una virgen | Yeshayahu (Isaías) 7:14 | Mattityahu (Mateo) 1:22–23 |
De la tribu de Yehudá | Bereshit (Génesis) 49:10 | Lucas 3:23–33 |
Nacido en Beit-Lejem | Miqueas 5:2 | Mateo 2:1 |
Precedido por un heraldo | Isaías 40:3 | Juan 1:23 |
Realiza milagros | Isaías 35:5–6 | Mateo 11:4–5 |
Traicionado por 30 piezas de plata | Zacarías 11:12–13 | Mateo 26:14–15 |
Silencio ante sus acusadores | Isaías 53:7 | Mateo 27:12 |
Perforado en manos y pies | Tehilim (Salmos) 22:16 | Juan 20:27 |
Muerte con los malhechores | Isaías 53:9 | Lucas 23:32–33 |
Sepultado con los ricos | Isaías 53:9 | Mateo 27:57–60 |
Resurrección profetizada | Salmos 16:10 | Hechos 2:31 |
Reflexión espiritual
Estas profecías no fueron manipuladas ni forzadas. Muchas de ellas dependían de eventos que Yeshúa no podía controlar humanamente: el lugar de su nacimiento, el tipo de muerte, las acciones de otros. Sin embargo, todas se cumplieron con exactitud sobrenatural.
El propósito de estas señales no es solo probar algo intelectual. Es mostrarte que Yeshúa es el Mesías esperado por siglos, el cumplimiento del plan del Eterno desde Bereshit (Génesis).
Palabra de poder:
“El testimonio de Yeshúa es el espíritu de la profecía.”
— Revelación (Apocalipsis) 19:10
Conclusión espiritual
La profecía cumplida es la firma del Cielo. Ningún otro personaje en la historia ha manifestado esta convergencia profética con tanta precisión. Yeshúa Ha Mashíaj no es una opción más: es la Palabra profética hecha carne.
Por eso, todo Israel —y todo el mundo— necesita abrir el corazón a su verdad.
“Escudriñad las Escrituras, porque ellas dan testimonio de Mí.”
— Yojanán (Juan) 5:39
CAPÍTULO 8
La Enseñanza del Mashíaj Frente a la Religión Vacía
Versículo de apertura:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí.”
— Yeshayahu (Isaías) 29:13 / Mateo 15:8
Introducción
En el primer siglo, el sistema religioso judío se encontraba dividido, controlado por facciones políticas como los fariseos, saduceos y escribas. Aunque profesaban fidelidad a la Torá, sus acciones muchas veces reflejaban tradición humana, orgullo espiritual y control institucional.
Yeshúa Ha Mashíaj irrumpió en medio de ese sistema, no como un rebelde sin causa, sino como el reformador divino que restauraba la intención original del Eterno: relación, no religión.
El Mashíaj confronta la hipocresía
Yeshúa no fue indiferente ante la falsedad espiritual. Denunció públicamente el legalismo que oprimía, la corrupción del templo, el uso egoísta de la Torá y la búsqueda de aprobación humana.
Recuadro de denuncia:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso… pero por dentro estáis llenos de robo e injusticia.”
— Mateo 23:25
Esta confrontación no fue por odio, sino por amor a la verdad. El Mashíaj no destruyó la Torá, sino que desenmascaró su mal uso.
Enseñanza del Reino: corazón, compasión y verdad
Las enseñanzas de Yeshúa fueron revolucionarias porque no se centraron en rituales exteriores, sino en transformación interior. Habló del Maljut HaShamayim (Reino de los Cielos), donde:
- El humilde es exaltado
- El pobre en espíritu es bienaventurado
- El perdón es superior al sacrificio
- La pureza del corazón vale más que la limpieza ritual
Recuadro de luz:
“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Elohím.”
— Mateo 5:8
El Mashíaj como rabí con autoridad divina
A diferencia de otros rabinos que citaban a maestros anteriores, Yeshúa hablaba con autoridad propia. Decía: “En verdad os digo…”. Su autoridad provenía del Padre, no de ordenaciones humanas.
Y el pueblo reconocía la diferencia:
“Se admiraban de su enseñanza, porque hablaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”
— Marcos 1:22
Conclusión espiritual
La religión basada en reglas sin amor no transforma el alma. Pero la enseñanza del Mashíaj, ungida por el Ruaj HaKódesh, penetra el corazón, restaura la comunión con el Padre y nos conduce a vivir en verdad.
No sigas tradiciones vacías. Sigue al Maestro que da vida.
“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”
— Yojanán (Juan) 8:32
CAPÍTULO 9
El Poder de Su Resurrección: Prueba Definitiva del Mashíaj
Versículo de apertura:
“Declarado Hijo de Elohím con poder, según el espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: Yeshúa Ha Mashíaj, nuestro Adón.”
— Romanos 1:4
Introducción
Muchos líderes han fundado religiones, dejado enseñanzas e inspirado movimientos. Pero solo uno venció la muerte, no por mito o alegoría, sino por realidad histórica y profética: Yeshúa Ha Mashíaj.
Su resurrección no fue un acto simbólico, fue un acontecimiento literal que validó su identidad, selló su obra redentora y confirmó cada palabra que habló.
Las Escrituras lo anunciaban
La resurrección del Mashíaj no fue una sorpresa para quienes conocían el Tanaj. Profecías antiguas habían anticipado este acto sobrenatural.
Recuadro profético:
“No dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.”
— Tehilim (Salmos) 16:10“Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos resucitará, y viviremos delante de Él.”
— Hoshea (Oseas) 6:2
Yeshúa mismo predijo su resurrección en múltiples ocasiones. Su victoria sobre la muerte fue intencional, profetizada y central para su misión mesiánica.
Testigos oculares y evidencia histórica
El Brit Hadashá (Nuevo Pacto) registra múltiples apariciones post-resurrección:
- A Miriam de Magdala (Juan 20:11–18)
- A los discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24:13–35)
- A Kefá (Pedro) y a los Doce (Lucas 24:36–43)
- A más de 500 personas a la vez (1 Corintios 15:6)
- A Ya’akov (Jacobo), su hermano
Estos testimonios no fueron visiones privadas ni experiencias místicas, sino encuentros físicos, tangibles, verificados por muchos.
Argumentos en contra… que se caen solos
Los intentos de negar la resurrección incluyen:
- “El cuerpo fue robado”
- “Fue una alucinación colectiva”
- “No murió realmente”
Todos estos argumentos han sido refutados históricamente. Además, los discípulos estuvieron dispuestos a morir por esta verdad, algo impensable si fuera un engaño.
Palabra clave:
“Si el Mashíaj no ha resucitado, vana es nuestra fe.”
— 1 Corintios 15:17
Pero ¡sí resucitó!, y por eso no creemos en una religión muerta, sino en un Salvador vivo.
Conclusión espiritual
La resurrección es más que doctrina. Es el corazón palpitante de nuestra fe. Es la garantía de que el pecado fue vencido, de que la muerte no tiene la última palabra, y de que Yeshúa es, sin duda, el verdadero Mashíaj de Israel.
Hoy, Él vive. Y llama a cada corazón no a debatir sobre Él, sino a conocerlo personalmente.
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá.”
— Yojanán (Juan) 11:25
CAPÍTULO 10
Testimonios Históricos No Cristianos sobre Yeshúa
Versículo de apertura:
“Las cosas que han sido hechas no fueron hechas en secreto.”
— Hechos 26:26
Introducción
La fe en Yeshúa Ha Mashíaj no depende exclusivamente de los Evangelios. Aunque el Brit Hadashá es la fuente principal sobre su vida y obra, varios historiadores y escritores no cristianos del siglo I y II también dieron testimonio de su existencia y de los eventos clave de su vida, especialmente su crucifixión.
Estos escritos demuestran que Yeshúa no fue una figura legendaria, sino un personaje real que dejó una huella clara e incómoda en la historia.
Testigos históricos no creyentes
1. Flavio Josefo (c. 37–100 d.C.) – historiador judío
En su obra Antigüedades de los Judíos, Josefo menciona:
“Por aquel tiempo apareció Yeshúa, un hombre sabio… Él fue el Mesías. Y cuando Pilato, por denuncia de los principales entre nosotros, lo condenó al madero, aquellos que lo habían amado desde el principio no dejaron de hacerlo.”
“Por aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio… Él fue el Cristo. Y cuando Pilato, por denuncia de los principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, aquellos que lo habían amado desde el principio no dejaron de hacerlo.”
Aunque algunos creen que partes del texto fueron modificadas por copistas cristianos, la mayoría de los eruditos reconocen que Josefo sí mencionó a Yeshúa.
2. Tácito (c. 56–120 d.C.) – senador e historiador romano
En sus Anales (Libro XV), escribió sobre el incendio de Roma y cómo Nerón culpó a los seguidores del Mesías:
“El Mesías, de quien toma nombre [el grupo], fue ejecutado durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato.”
“Cristo, de quien toma nombre [el grupo], fue ejecutado durante el reinado de Tiberio, por sentencia del procurador Poncio Pilato.”
Este testimonio confirma tanto la ejecución de Yeshúa, como la existencia temprana de sus discípulos.
3. Plinio el Joven (c. 61–113 d.C.) – gobernador romano
En una carta al emperador Trajano, escribió:
“Ellos [Nazarenos] se reúnen un día fijo antes del amanecer y cantan himnos al Mesías como a un dios…”
“Ellos [los cristianos] se reúnen un día fijo antes del amanecer y cantan himnos a Cristo como a un dios…”
Esto demuestra que ya en el siglo I, los seguidores de Yeshúa lo adoraban, y vivían conforme a su enseñanza.
4. Luciano de Samosata (siglo II) – escritor pagano satírico
Aunque se burlaba de los creyentes, dejó evidencia clave:
“Los cristianos adoran a un hombre… que introdujo nuevos ritos y fue crucificado por ello.”
Incluso la sátira revela que Yeshúa fue conocido, seguido, y sacrificado en el Madero.
¿Por qué importa esto?
Porque algunos afirman que Yeshúa nunca existió, o que todo es “invento cristiano”. Sin embargo, incluso los enemigos y los historiadores atestiguan su vida, muerte y la expansión de su movimiento. Esto fortalece la base histórica de nuestra fe, sin depender exclusivamente de textos de fe.
Conclusión espiritual
No creemos por los historiadores, pero ellos confirman que lo que creemos es históricamente sólido. Yeshúa no es solo una figura espiritual. Es una figura real, viva, poderosa y transformadora.
A lo largo de los siglos, ni la política, ni el Imperio, ni la religión han podido borrarlo de la historia. Porque no fue enviado por hombres, sino por el Cielo.
“Él permanece para siempre; su Reino no tendrá fin.”
— Lucas 1:33
CAPÍTULO 11
¿Por Qué Yeshúa No Puede Ser Ignorado por Israel?
Versículo de apertura:
“La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo.”
— Tehilim (Salmos) 118:22
Introducción
Durante siglos, gran parte del pueblo de Israel ha rechazado a Yeshúa Ha Mashíaj. Algunos lo han ignorado. Otros lo han asociado con persecución y herejía. Sin embargo, ni la indiferencia ni la hostilidad pueden borrar el hecho eterno: Yeshúa es el cumplimiento de las promesas hechas a Avraham, Yitzjak y Yaakov.
Él no es un mesías romano, ni gentil, ni enemigo de su pueblo. Es el Mesías judío, el Hijo de David, el Siervo Sufriente y el Redentor de Israel.
¿Qué dice la Escritura?
El Tanaj no solo profetiza al Mashíaj, sino también el rechazo inicial que sufriría de su propio pueblo.
Recuadro profético:
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores… como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.”
— Yeshayahu (Isaías) 53:3
Pero ese rechazo no sería eterno. Las mismas Escrituras prometen que llegará un día en que Israel lo verá y lo reconocerá:
“Y mirarán a Mí, a quien traspasaron, y harán duelo por Él como quien llora por su primogénito.”
— Zacarías 12:10
Razones del rechazo… y su raíz espiritual
¿Por qué Israel aún no lo reconoce?
- Por el velo espiritual (2 Corintios 3:14–15)
- Por el antisemitismo en su nombre (cruzadas, inquisición, etc.)
- Por enseñanzas cristianas distorsionadas (teología del reemplazo)
- Por miedo a la traición de identidad
Pero el rechazo no anula su identidad. La verdad no deja de ser verdad porque no se acepte.
El plan del Eterno incluye a todo Israel
Rav Shaúl (Pablo), un fariseo judío convertido por revelación directa del Mashíaj, lo dijo con claridad:
“No ha desechado Elohím a Su pueblo, al cual conoció de antemano.”
— Romanos 11:2
Y concluye con una promesa profética:
“Y todo Israel será salvo.”
— Romanos 11:26
La restauración de Israel está íntimamente ligada a su reconciliación con el Mashíaj. No como una nueva religión, sino como el cumplimiento de su herencia espiritual más profunda.
Conclusión espiritual
Ignorar a Yeshúa Ha Mashíaj es ignorar el cumplimiento del Tanaj. Negarlo es negar la esperanza de redención que Israel ha esperado por generaciones. Él no es ajeno a Israel. Es su hijo, su esperanza, su Goel (Redentor).
El mismo que fue rechazado volverá… y todo ojo lo verá.
“Baruj Haba Beshem Adonai — Bendito el que viene en el Nombre del Eterno.”
— Mateo 23:39
CAPÍTULO 12
¿Cómo Acercarse Hoy al Mashíaj?
Versículo de apertura:
“Acercaos a Él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, pero escogida y preciosa para Elohím.”
— 1 Pedro 2:4
Introducción
Muchos sienten un llamado interior. Otros, una inquietud persistente. Algunos están cansados de la religión muerta. Otros, heridos por líderes o estructuras que prometieron verdad y dieron control.
La buena noticia es esta: el Mashíaj no se quedó en los libros. Vive. Y te llama.
Este capítulo es una guía para acercarte a Yeshúa, no a una institución, sino al Mesías viviente, al Hijo de Elohím.
Paso 1: Reconoce tu necesidad espiritual
Todos, sin excepción, hemos fallado ante la santidad del Eterno. No se trata de moralidad externa, sino de una separación espiritual que solo el Mashíaj puede restaurar.
“Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Elohím.”
— Romanos 3:23
Acercarse a Yeshúa comienza con humildad, no con orgullo. Con admitir: “Lo necesito”.
Paso 2: Cree en Su identidad y obra
Creer no es un acto ciego. Es responder con confianza a la revelación. Yeshúa es más que un maestro. Es el Ben Elohím, el Cordero sin mancha, quien murió por ti y resucitó con poder.
“Si confiesas con tu boca que Yeshúa es el Adón, y crees en tu corazón que Elohím lo resucitó de los muertos, serás salvo.”
— Romanos 10:9
Esto no es religión. Es relación.
Paso 3: Arrepiéntete y entrégale tu vida
Arrepentirse (teshuvá) es más que sentirse mal. Es dar media vuelta y volver al Padre. Es soltar el control, entregar el corazón, y decir: “Ya no soy el dueño. Tú lo eres.”
Yeshúa no quiere una fe superficial. Quiere tu vida. Porque solo así puede transformarla por completo.
Paso 4: Sumérgete en el agua y en el Ruaj
El mikvé (bautismo) es una señal pública de tu decisión espiritual. Es morir a lo viejo y resucitar con el Mashíaj. También es abrirte a la llenura del Ruaj HaKódesh, quien te guía, limpia, fortalece y santifica.
“Arrepentíos, y sumérjanse cada uno de ustedes en el nombre de Yeshúa… y recibirán el don del Ruaj HaKódesh.”
— Hechos 2:38
Paso 5: Camina con Él… día a día
Seguir a Yeshúa no es un evento de un día. Es un camino de vida. Es dejar que Su Palabra te forme, que Su Espíritu te corrija, y que Su amor te sostenga.
Él no te promete comodidad. Pero te promete verdad, paz, dirección, y vida eterna.
Conclusión espiritual
Hoy, el Mashíaj te llama. No a una religión vacía, ni a una conversión forzada. Te llama a volver al Padre por medio de Él, como hijo, como hija, como discípulo amado.
Si estás leyendo esto y tu corazón arde, es porque Él te está hablando.
“Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar.”
— Mateo 11:28
CAPÍTULO 13
El Rol del Ruaj HaKódesh en el Creyente
Versículo de apertura:
“No es con ejército, ni con fuerza, sino con Mi Espíritu, ha dicho YHVH Tzvaot.”
— Zacarías 4:6
Introducción
Yeshúa Ha Mashíaj no vino solo a perdonar tus pecados. Vino a restaurar tu relación con el Padre… y a enviarte el regalo más poderoso: el Ruaj HaKódesh, el aliento viviente de Elohím en ti.
Sin el Ruaj, no hay transformación. No hay guía. No hay poder. El Mashíaj sabía esto, por eso dijo:
“Conviene que Yo me vaya… para que venga el Consolador.”
(Juan 16:7)
¿Quién es el Ruaj HaKódesh?
El Ruaj HaKódesh no es una “fuerza impersonal”. Es la presencia activa de Elohím, que habita en los corazones de los redimidos. Él es:
- El Consolador (Paráklitos)
- El Maestro interior
- El Sello de redención
- El Santificador
- El Poder que da testimonio de Yeshúa
¿Qué hace el Ruaj en ti?
1. Te convence de pecado y verdad
“Él convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”
— Juan 16:8
2. Te guía a toda verdad
“Cuando venga el Espíritu de verdad, os guiará a toda la verdad…”
— Juan 16:13
3. Te da poder para vencer y testificar
“Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Ruaj HaKódesh, y me seréis testigos…”
— Hechos 1:8
4. Produce fruto en tu carácter
“Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio…”
— Gálatas 5:22–23
¿Cómo recibirlo y caminar con Él?
El Ruaj HaKódesh habita en todos los que creen verdaderamente en Yeshúa. Pero ser lleno del Ruaj implica:
- Buscar santidad
- Rendir tu voluntad
- Permanecer en oración
- Meditar en la Palabra
- Sensibilidad a Su voz
“Sed llenos del Ruaj…”
— Efesios 5:18
No es una emoción. Es una relación constante con la presencia viva de Elohím.
Conclusión espiritual
El Ruaj HaKódesh no es un lujo espiritual. Es la vida misma del creyente. Sin Él, no hay fuego, ni dirección, ni testimonio real.
Hoy, si sigues al Mashíaj, el mismo aliento que resucitó a Yeshúa mora en ti. Escúchalo. Síguelo. Obedécelo.
“Donde está el Ruaj de Adonái, allí hay libertad.”
— 2 Corintios 3:17
CAPÍTULO 14
Cómo Responder a las Objeciones Antimisioneras
Versículo de apertura:
“Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.”
— 1 Pedro 3:15
Introducción
Los antimisioneros —grupos o individuos que combaten la fe en Yeshúa como el Mashíaj— han ganado presencia en medios, redes y círculos religiosos. Sus argumentos buscan confundir, desanimar y deslegitimar la fe mesiánica, especialmente entre los judíos que comienzan a acercarse a Yeshúa.
Pero la verdad no se defiende con gritos, sino con luz, conocimiento, humildad y convicción. Este capítulo te dará principios y respuestas claras para refutar errores comunes y mantener tu emuná (fe) firme.
Principios para responder sabiamente
- No entres en debates innecesarios
Yeshúa no respondía a todo. Discernía cuándo hablar, y cuándo callar. “No deis lo santo a los perros…” — Mateo 7:6 - Habla con verdad, pero con compasión
No ganamos el alma del otro con superioridad, sino con amor firme. “La blanda respuesta quita la ira…” — Proverbios 15:1 - Usa el Tanaj como tu base
Muchos antimisioneros rechazan el Brit Hadashá, así que responde desde la Torá, los Nevi’im y los Ketuvim.
Objeciones comunes y cómo responderlas
1. “Yeshúa no cumple las profecías mesiánicas.”
✔ Respuesta: Lo hace, pero muchas profecías se cumplen en dos fases: la primera venida como Siervo Sufriente (Isaías 53), y la segunda como Rey reinante (Zacarías 14). Los mismos profetas presentaban estas dos imágenes del Mashíaj.
2. “El Talmud condena a Yeshúa como hereje.”
✔ Respuesta: Como vimos en capítulos anteriores, el personaje condenado en el Talmud no es el Yeshúa del siglo I, sino otro Jesús anterior, malinterpretado y usado para confundir.
3. “Dios no tiene hijos. Decir que Yeshúa es Hijo de Elohím es idolatría.”
✔ Respuesta: El término Hijo de Elohím no implica reproducción física, sino posición espiritual única. El Tanaj usa este lenguaje en Salmo 2:7:
“Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.”
4. “Los cristianos persiguieron a los judíos en nombre de Jesús.”
✔ Respuesta: Lamentablemente es cierto. Pero eso no representa a Yeshúa, sino a sistemas religiosos que desobedecieron sus enseñanzas.
“Amad a vuestros enemigos…” — Mateo 5:44
5. “No hay necesidad de un sacrificio humano para el perdón.”
✔ Respuesta: Yeshúa no fue un sacrificio humano impuesto, sino un Cordero voluntario (Isaías 53, Levítico 17:11). Su entrega cumplió el sistema de expiación de la Torá.
Conclusión espiritual
No estamos llamados a pelear con la carne, sino a dar testimonio de la verdad con sabiduría y poder del Ruaj HaKódesh. Si eres atacado, responde con luz, no con furia.
Recuerda: la verdad se defiende sola, pero necesita mensajeros valientes y humildes.
“Destruyendo argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Elohím…”
— 2 Corintios 10:5
CAPÍTULO 15
La Restauración de Israel a Través del Mashíaj
Versículo de apertura:
“Y pondré Mi Espíritu dentro de vosotros, y haré que andéis en Mis estatutos…”
— Yejezkel (Ezequiel) 36:27
Introducción
Desde el principio, el propósito del Eterno nunca fue abolir a Israel, sino restaurarlo. A pesar del exilio, la dispersión y el endurecimiento espiritual, la promesa sigue viva: Israel será reunido, renovado y reconciliado con su Elohím.
Yeshúa Ha Mashíaj es el instrumento divino de esa restauración. No vino a fundar una religión occidental, sino a cumplir los pactos eternos con Avraham, Moshe y David. Su obra no está terminada: continúa en y a través de Israel.
La restauración está profetizada
Los profetas hablaron de un tiempo en que:
- Israel sería reunido de entre las naciones (Isaías 11:11–12)
- Recibiría un nuevo corazón (Ezequiel 36:25–27)
- Conocería al Mashíaj a quien traspasaron (Zacarías 12:10)
- Sería limpiado y lleno del Ruaj HaKódesh
Estas promesas están en proceso. Muchas ya se están cumpliendo hoy, y la revelación de Yeshúa al remanente de Israel es parte del plan profético.
Recuadro profético:
“Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Yerushalayim el Espíritu de gracia y de súplica…”
— Zacarías 12:10
¿Cuál es el papel del creyente en esto?
Como creyente en Yeshúa:
- Ora por la restauración de Israel
- Rechaza toda teología del reemplazo
- Muestra amor a los judíos con verdad y humildad
- Sé parte del testimonio vivo de Su fidelidad
“La salvación viene de los judíos…” — Juan 4:22
El plan de Elohím es uno solo: unir en el Mashíaj a los hijos dispersos, y hacer de ambos pueblos (judíos y gentiles) un solo hombre nuevo (Efesios 2:14–15).
El futuro glorioso
Pronto llegará el día en que:
- Israel reconocerá a su Mashíaj
- Toda lengua confesará que Yeshúa es Adón
- Y la Torá saldrá de Sion y la Palabra de YHVH de Yerushalayim (Isaías 2:3)
Yeshúa volverá no a Roma, ni a Nueva York, sino a Yerushalayim.
Conclusión espiritual
La restauración de Israel no es una opción: es un decreto del Cielo. Yeshúa no fue enviado para fundar algo aparte de su pueblo, sino para cumplir el plan eterno del Padre.
Israel y el Mashíaj están destinados a reconciliarse. Ese día se acerca. Y tú, lector, eres parte de ese tiempo profético.
“Entonces todo Israel será salvo…”
— Romanos 11:26
Recursos Biblia Toráh Viviente 2025
Recursos del Ministerio Judío Mesiánico Para Maestros, Traductores y Estudiantes
RECURSOS
https://bibliatorahviviente.github.io/recursos/
<<<<>>>>
MENÚ
https://t.me/menutorahviviente
<<<<>>>>
WEB:
https://torahviviente.com
🇮🇱 Am Israel Jai
EN TODOS LOS IDIOMAS
🇺🇸 🇮🇱 🇨🇳 🇮🇳 🇪🇸 🇫🇷 🇸🇦 🇧🇷