¿Qué es el Monte del Templo y por qué es importante?
El Monte del Templo es una plataforma de 14 hectáreas construida por el rey Herodes sobre el Monte Moriáh, en el corazón de Yerushaláyim. Es donde se encontraban el Primer y el Segundo Templo, y hoy es reconocido mundialmente por la Cúpula de la Roca dorada, un símbolo que resalta sobre el paisaje de la ciudad. Este lugar es frecuentemente mencionado en las noticias debido a las tensiones, disturbios palestinos o arrestos de judíos por el simple hecho de orar allí.
Significado Bíblico y Profético
El Monte del Templo es, sin duda, uno de los sitios más importantes, tanto por su relevancia en la historia bíblica como en los acontecimientos modernos. Proféticamente, es considerado el futuro trono del rey y Mesías reinante, esperado por Israel.
El Lugar Elegido por Elohím
La importancia de este lugar se remonta a Bereshit (Génesis) 22, mucho antes de la construcción del Templo y la fundación de Yerushaláyim. Elohím eligió este sitio cuando ordenó a Avrahám llevar a su hijo Itzjak al Monte Moriáh para ofrecerlo como sacrificio:
“Toma ahora a tu hijo, tu único, Itzjak, a quien amas, y vete a la tierra de Moriáh, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que Yo te diré” (Bereshit 22:2).
Es aquí donde se menciona por primera vez la palabra “amor” en la Escritura, en relación con la prueba de Avrahám de sacrificar a su hijo amado en obediencia a Elohím. Este acto de entrega marcó el Monte Moriáh como un lugar de amor, obediencia y promesa divina.
Elohím Lleva a Israel a “Este Lugar”
Cientos de años después, cuando Elohím liberó a Israel de Mitzráyim (Egipto), les habló de un lugar especial hacia el cual los guiaría. En Shemot (Éxodo) 15:17, Elohím dice:
“Los introducirás y los plantarás en el monte de Tu heredad, el lugar que Tú, oh Adonái, has preparado para Tu morada, el santuario que Tus manos han establecido”.
Este lugar incluiría el Monte del Templo, donde la presencia divina habitaría entre Su pueblo. Moshéh (Moisés) continuó hablando de este lugar durante el tiempo que Israel pasó en el desierto, refiriéndose a él simplemente como “el lugar” que Elohím había escogido para morar y donde se llevarían a cabo sacrificios y ofrendas.
Características de “Este Lugar”
- Elohím habitaría allí – Shemot 15:17, Devarim 12:5, 12:11.
- Su Nombre sería establecido en ese lugar – Devarim 12:5, 12:21, 14:23-24.
- Elohím eligió este sitio – Devarim 12:18, 14:25.
- Adoración, sacrificios y ofrendas se realizarían allí – Devarim 12:6-14, 26:2.
- Las festividades y las obras de las manos serían bendecidas – Devarim 12:7, 16:15.
- Las disputas serían resueltas y se impartirían juicios – Devarim 17:8-10.
- Los levitas servirían allí y la Toráh sería leída a todo Israel – Devarim 18:7, 31:11.
La Visión de David
Cuatrocientos años después de Moshéh, durante el reinado de David, Israel todavía luchaba por cumplir las promesas de Elohím. David conquistó Yerushaláyim y la convirtió en el centro de poder de Israel. Sin embargo, aún no habían encontrado “el lugar”. Finalmente, David, guiado por la palabra de Adonái, construyó un altar en la era de Ornáh, y cuando ofreció sacrificios, Elohím respondió con fuego desde los cielos, indicando que este era el sitio escogido para Su morada eterna.
David comprendió que este lugar era único, y su hijo Shelomóh (Salomón) construiría allí el primer Templo. Elohím reafirmó Su propósito al declarar:
“Este es el lugar de Mi trono y el lugar de las plantas de Mis pies, donde habitaré entre los hijos de Israel para siempre” (Yejezkel 43:7).
Importancia Histórica y Futuro Profético
El Monte Moriáh, donde Elohím llevó a Avrahám, David y posteriormente a todo Israel, es también el lugar donde, según las profecías, el Mashíaj vendrá para establecer Su reinado. En los últimos días, todas las naciones se reunirán en este lugar, donde Elohím juzgará y establecerá la paz.
Hoy en día, el Monte del Templo sigue siendo el epicentro de la batalla espiritual, donde el mal busca desafiar la soberanía de Elohím. Sin embargo, las promesas divinas aseguran que será el trono del Rey y la esperanza de Israel se cumplirá en este lugar santo.
Conclusión
El Monte del Templo es mucho más que un sitio arqueológico o histórico; es el lugar donde se manifiestan las promesas divinas, y la historia aún no ha terminado. El escenario está listo para el cumplimiento de las profecías mesiánicas. Todos los ojos están puestos en este lugar sagrado, esperando el regreso del Rey.
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