Más de 100 nombres “descriptivos” de Elohím están entretejidos en las historias bíblicas. La mayoría de ellos fueron asignados a Elohím por su propio pueblo, describen uno de los aspectos de su carácter o son un recordatorio de una de sus grandes obras.
Y podemos aprender mucho estudiando estos nombres antiguos, porque el carácter de Elohím no cambia. Y como Él es hoy, así será para siempre.
El Shaddai
Uno de estos nombres descriptivos es Elohím Todopoderoso, o en hebreo, El Shaddai. La primera parte de la versión hebrea, “El”, es una forma abreviada de la palabra “Elohím”, refiriéndose al poder de Elohím; Shaddai significa “poderoso” o “fuerte”. En Bereshit 17, Elohím se reveló a Abraham como El Shaddai, Elohím Todopoderoso. Este nombre reflejaba la capacidad de Elohím para hacer lo que se proponía hacer, sin importar lo imposible que pareciera. Iba a hacer una gran nación de Abraham y su esposa estéril.
El Gibor
Otro nombre similar para Elohím, también basado en la palabra “El”, es El-Gibor, que significa “Elohím Poderoso”, lo que implica un guerrero, El Elohím valiente, fuerte y poderoso. Esta palabra hebrea para Elohím aparece en uno de los versos más famosos de Isaías, sobre la venida del Mesías:
“Porque un niño nos es nacido, un Hijo nos es dado; su señorío estará sobre sus hombros, y se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Elohím Fuerte [El Gibor], Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
Aquí Isaías combina El Gibor con la capacidad del Mesías para gobernar con gran sabiduría y poder para reinar. Este nombre descriptivo de Elohím nos recuerda estar atentos a El Gibor, quien es poderoso en sabiduría y puede ayudarnos a no cansarnos ni desanimarnos cuando enfrentamos circunstancias difíciles que creemos que no podemos manejar. Pero, al mismo tiempo, Él es también nuestro Padre eterno y Príncipe de Shalom.
Otro nombre con la palabra “El” en hebreo es:
El Elyon, el nombre “Elohím Altísimo”. Elyon se puede traducir como “el más fuerte”. Proviene de la raíz de la palabra hebrea que significa “ascender” o “exaltado”, lo que implica que Elohím no solo es majestuoso, sino también el más fuerte y el más exaltado, o en otras palabras “más fuerte que todos los poderosos”.
Encontramos esta palabra aplicada a Elohím al describir a Melquisedec, el misterioso rey de Salem:
“Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, él era sacerdote del Elohím Altísimo… [El Elyon]” (Gen/Berechit 14:18).
Pero nótese que ya en el siguiente verso, Melquisedec bendice a Abraham, diciendo: “Bendito sea Abram del Elohím Altísimo [El Elyon], Adonai del cielo y de la tierra…” (Gen/Bereshit 14:19). “Elohím Altísimo” no tiene límites y posee toda la creación.
El nombre El Elyon también aparece varias veces en los Salmos. Por ejemplo, el salmista dice que está llamando “al Elohím Altísimo, al Elohím que me hace bien…”. El Elyon es un recordatorio de que nuestro Elohím es infinito. Siendo “más fuerte que todos los poderosos”, llevará a cabo Sus planes en la tierra y en nuestras vidas.
El Olam
El-Olam, o “Elohím Eterno”, es otro nombre de Elohím con la palabra “El”. La naturaleza de Elohím no tiene principio ni fin, Él está libre de todas las limitaciones de tiempo en las que vive la gente. Él es el Elohím que era, es y ha de venir. ¡Y esto significa que las propiedades inherentes a Él son eternas y no se debilitan! Considere el pasaje de:
Is-Ieshaiah 40:27-29
[27]¿Por qué te quejas, Iaakov יַעֲקֹב; por qué dices, Israel ישראל: “Mi senda está escondida de Adonái יהוה, mis derechos son ignorados por Adonái יהוה?”
[28]¿No han sabido, no han oído que El Adonái יהוה eterno [El-Olam], el creador de los confines de la tierra, no se cansa ni se fatiga? Es inescrutable Su entendimiento.
[29]El da vigor al exhausto, El da fuerza al que está sin energía.
El Elohím eterno abunda en poder eterno. No se cansa y no se fatiga; por lo tanto, podemos volvernos a Él en nuestros momentos de debilidad y recibir la fortaleza y la fuerza que necesitamos. Podemos confiar en la naturaleza eterna de El Olam, quien siempre es fiel, paciente, amoroso y misericordioso. Su carácter hoy es el mismo de ayer y será siempre el mismo.
Nótese en este pasaje que “Elohím que ve”
(El Roi en hebreo) es también Elohím que oye, y estas dos características de Elohím se combinan perfectamente aquí. En este pasaje, Elohím reconoce el embarazo de Agar y le da el nombre del niño: Ismael, que significa “Elohím escuchó”. Agar en respuesta llama al nombre del Elohím que le habló, “Elohím que ve”. El nombre de Elohím El Roi nos recuerda que cuando nos sentimos desapercibidos o no escuchados, Elohím nos ve y escucha el llanto de nuestro corazón.
Curiosamente, el nombre El Roi está asociado con otro nombre de Elohím, Adonái-Ire. En algunas traducciones de la Biblia, el nombre principal de Elohím, el tetragrámaton יהוה, se traduce como Adonái. La palabra Adonai se usa en la Biblia en varios nombres más de Elohím, pero Adonái-Ire se puede encontrar solo una vez, en el capítulo 22 del libro de Génesis.
Elohím le ordenó a Abraham que tomara a su hijo Isaac y subiera a la montaña con él y lo sacrificara allí. Abraham obedeció y estuvo a punto de cumplir la orden, pero Elohím intervino y lo detuvo, diciéndole a Abraham que en lugar de Isaac, Él proporcionaría un carnero enredado en la maleza para el sacrificio. Como resultado, Abraham consagró el altar, en el que casi sacrifica a su hijo, llamando a ese lugar “Adonái proveerá”, o Adonái-Ireh.
Sorprendentemente, la palabra hebrea Yire proviene de la misma raíz hebrea de la palabra roi, que ya hemos encontrado en el nombre de Elohím El-Roi, “Elohím que ve”. Por lo tanto, “Elohím que ve” es el mismo “Elohím que ve”.
Nuestro Elohím es poderoso y fuerte, de edad en edad, no tiene principio ni fin. Y al mismo tiempo, no está lejos, está tan cerca que te ve como vio a Agar. Él te ve en tus dificultades y escucha el llanto de tu corazón.
Aunque te sientas exhausto o devastado, Elohím nunca se cansa ni se fatiga. No importa lo que estés viviendo, no importa lo difícil que sea la prueba, sentirte solo o quebrantado, Elohím te dará fuerzas.
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