La teología del reemplazo es una falsa enseñanza que sostiene que la Iglesia, ha reemplazado a Israel (יִשְׂרָאֵל) como el pueblo escogido de Elohím (אֱלֹהִים).
Según esta doctrina, todas las promesas divinas que fueron dadas al pueblo judío en el Tanakh (תַּנַ”ךְ) ahora pertenecen a la Iglesia, mientras que las maldiciones se mantienen para el pueblo de Israel (יִשְׂרָאֵל). Implícita o explícitamente, esta teología sugiere que Adonái (יהוה) ha rechazado al pueblo judío (יְהוּדִים) para siempre. Sin embargo, esta idea contradice de manera contundente tanto las Escrituras como los hechos históricos recientes. A lo largo de los últimos dos siglos, Adonái (יהוה) ha cumplido de manera asombrosa una serie de promesas a Israel (יִשְׂרָאֵל) que permanecieron sin cumplirse por más de 2000 años.
El Retorno a la Tierra Prometida
Una de las promesas más significativas es la del retorno del pueblo judío (יְהוּדִים) a su tierra ancestral. El profeta Yeshayáhu (יְשַׁעְיָהוּ) escribió:
> “Y acontecerá en aquel día que Adonái (יהוה) volverá a extender su mano para recuperar el remanente de su pueblo que haya quedado de Ashur (אַשּׁוּר) [Asiria], de Mitzráyim (מִצְרַיִם) [Egipto], de Patros (פַּתְרוֹס), de Kush (כּוּשׁ) [Etiopía], de Elam (עֵילָם) [Irán], de Shin’ar (שִׁנְעָר) [Babilonia], de Jamat (חֲמָת) [Siria], y de las islas del mar” (Yeshayáhu יְשַׁעְיָהוּ 11:11).
Otros profetas como Tsefanyáh (צְפַנְיָה) y Yejezkel (יְחֶזְקֵאל) también hablaron de esta restauración. En los años recientes, se ha visto un cumplimiento notable de estas profecías. Por ejemplo, miles de judíos de Siria (סוּרְיָה), Irak (עִירָאק), Etiopía (אֶתְיוֹפְּיָה), Egipto (מִצְרַיִם) e Irán (אִירָאן) han regresado a la tierra de Israel (יִשְׂרָאֵל).
* Siria (סוּרְיָה): Entre 15 y 30 mil judíos en 1948, con 100 en 2019.
* Irak (עִירָאק): Entre 135 y 140 mil en 1948, con 5 a 7 mil en 2014.
* Egipto (מִצְרַיִם): Entre 75 y 80 mil en 1948, con 100 en 2019.
* Irán (אִירָאן): 65 mil en 1948, con 9 a 20 mil en 2022.
En 2021, aproximadamente 160.000 judíos etíopes (יְהוּדִים אֶתְיוֹפִּים) residían en Israel (יִשְׂרָאֵל), de los cuales cerca de 90.000 nacieron en Etiopía.
Además de la diáspora en el sur, Adonái (יהוה) prometió un retorno especial desde la “tierra del norte”, que se interpreta como la ex Unión Soviética. Yirmeyáhu (יִרְמְיָהוּ) profetizó:
> “Por tanto, he aquí que vienen días, dice Adonái (יהוה), en que ya no dirán: ‘¡Vive Adonái (יהוה), que hizo subir a los hijos de Israel (יִשְׂרָאֵל) de la tierra de Mitzráyim (מִצְרַיִם)\!’, sino: ‘¡Vive Adonái (יהוה), que hizo subir y trajo a la descendencia de la casa de Israel (יִשְׂרָאֵל) de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había dispersado\!’; y habitarán en su tierra” (Yirmeyáhu יִרְמְיָהוּ 23:7-8).
Desde 1989 hasta 2006, aproximadamente 1 millón de judíos (יְהוּדִים) de la Unión Soviética y de sus estados sucesores emigraron a Israel (יִשְׂרָאֵל) en lo que se conoce como una “gran aliyá” (עֲלִיָּה), y este movimiento continúa hasta el día de hoy.
El Nacimiento de una Nación en un Solo Día
El 14 de mayo de 1948, la Declaración de Independencia de Israel (יִשְׂרָאֵל) fue proclamada. Este evento, que ocurrió después de 18 siglos de dispersión y tan solo tres años después del Holocausto, en el que perecieron seis millones de judíos (יְהוּדִים), parecía imposible. El profeta Yeshayáhu (יְשַׁעְיָהוּ) había profetizado sobre este evento extraordinario:
> “¿Acaso daré yo a luz, y no haré parir? dice Adonái (יהוה). ¿O yo que hago parir, cerraré la matriz? dice Elohím (אֱלֹהִים) tuyo” (Yeshayáhu יְשַׁעְיָהוּ 66:7-9)..
La declaración de la ONU sobre la partición de Palestina mandataria (פַּלַסְטִינָה) hizo que la creación de una nación judía (יְהוּדִים) en un solo día fuera una realidad, cumpliendo esta asombrosa profecía.
El Avivamiento de la Tierra y la Restauración Espiritual
La restauración de Israel (יִשְׂרָאֵל) no es solo física, sino también espiritual y material. El profeta Yeshayáhu (יְשַׁעְיָהוּ) describió cómo la tierra desolada florecería de nuevo:
> “Se alegrarán el desierto y la tierra seca; se regocijará el páramo y florecerá como el narciso” (Yeshayáhu יְשַׁעְיָהוּ 35:1).
Los israelíes (יִשְׂרָאֵלִים) han construido ciudades, han desarrollado tecnología de vanguardia, han plantado millones de árboles y exportan productos agrícolas a todo el mundo, demostrando el cumplimiento de esta profecía. Además, desde el año 2000 se han descubierto varios yacimientos de gas en las costas de Israel (יִשְׂרָאֵל), lo que confirma también la profecía de Yeshayáhu (יְשַׁעְיָהוּ) que dice:
> “…la riqueza del mar se volverá a ti…” (Yeshayáhu יְשַׁעְיָהוּ 60:5).
El profeta Yejezkel (יְחֶזְקֵאל) profetizó la restauración espiritual del pueblo, comparándola con la resurrección de huesos secos:
> “Y él me dijo: Hijo de Adám (אָדָם), estos huesos son toda la casa de Israel (יִשְׂרָאֵל). He aquí, ellos dicen: ‘Nuestros huesos están secos, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos’. Por tanto, profetiza, y diles: ‘Así dice Adonái (יהוה) Elohím (אֱלֹהִים): He aquí que yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel (יִשְׂרָאֵל)’” (Yejezkel יְחֶזְקֵאל 37:10-12).
Esta profecía habla de un avivamiento que ocurre después de la dispersión de Israel (יִשְׂרָאֵל).
El Regreso de Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) y la Salvación de Israel
El profeta Zejaryáh (זְכַרְיָה) describe a Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) como un punto de contienda para las naciones:
> “He aquí, yo pongo a Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) por copa de asombro para todos los pueblos de alrededor, y también para Yehudáh (יְהוּדָה) cuando pongan cerco contra Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם). Y será en aquel día que yo pondré a Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) por pesada piedra a todos los pueblos; todos los que la cargaren serán despedazados, aunque todas las naciones de la tierra se junten contra ella” (Zejaryáh זְכַרְיָה 12:2-3).[cite: 8].
Hoy en día, Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) es el centro de un conflicto global. Se observa un aumento del antisemitismo (אַנְטִישֶׁמִיּוּת) y de los ataques contra los judíos (יְהוּדִים) en todo el mundo. Israel (יִשְׂרָאֵל) sufre constantes ataques por parte de grupos terroristas como HAMÁS, Hezbolá (חִזְבַּאללָה) y el régimen iraní (אִירָאן). Al mismo tiempo, la ONU emite resoluciones constantes que condenan a Israel (יִשְׂרָאֵל).
Sin embargo, las Escrituras también hablan del regreso de Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) al pueblo judío (יְהוּדִים) y de la salvación de Israel (יִשְׂרָאֵל). El Nuevo Pacto (בְּרִית חֲדָשָׁה) en el libro de Lucas (לוּקָא) dice:
> “Y Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) será hollada por las naciones, hasta que se cumpla el tiempo de las naciones” (Lúqas לוקס 21:24).
En el libro de Romanos (רוֹמַיִם), el apóstol Shaúl (שָׁאוּל) habla de un endurecimiento parcial del corazón de Israel (יִשְׂרָאֵל) hasta que entre la plenitud de las naciones (גּוֹיִם). Luego, todo Israel (יִשְׂרָאֵל) será salvo. En 1967, tras la Guerra de los Seis Días, todo Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) pasó a estar bajo el control de Israel (יִשְׂרָאֵל). Esto señala que el tiempo de la plenitud de los gentiles ha llegado y la salvación de Israel está cerca.
El Regreso de los Judíos a Yeshúa (יֵשׁוּעַ)
El profeta Hoshea (הוֹשֵׁעַ) profetizó sobre el regreso espiritual de los hijos de Israel (יִשְׂרָאֵל):
> “Porque por muchos días los hijos de Israel (יִשְׂרָאֵל) estarán sin rey (מֶלֶךְ) y sin príncipe (שַׂר), sin sacrificio (זֶבַח), sin altar, y sin efod (אֵפוֹד) y terafím (תְּרָפִים). Después de esto volverán los hijos de Israel (יִשְׂרָאֵל) y buscarán a Adonái (יהוה) su Elohím (אֱלֹהִים), y a David (דָּוִד) su rey (מֶלֶךְ); y temerán a Adonái (יהוה) y a su bondad en los postreros días” (Hoshea הוֹשֵׁעַ 3:4-5).
Desde principios del siglo XIX, han surgido comunidades de judíos que creen en Yeshúa (יֵשׁוּעַ) y mantienen su identidad judía (יְהוּדִים). Hoy en día, hay cientos de estas comunidades mesiánicas en todo el mundo, y su número sigue creciendo, lo que evidencia el cumplimiento de esta profecía.
Oración por la Restauración de Israel (יִשְׂרָאֵל)
Reseña Histórica Ampliada:
El pueblo de Israel (יִשְׂרָאֵל) ha experimentado una de las diásporas (גָּלוּת) más largas y dolorosas de la historia, una dispersión que duró casi 2000 años, desde la destrucción del Segundo Templo (בֵּית הַמִּקְדָּשׁ) en el año 70 d.C. por el Imperio Romano. Durante este tiempo, los judíos (יְהוּדִים) fueron perseguidos, expulsados, masacrados y forzados a vivir en comunidades aisladas en casi todas las naciones de la tierra. La Shoá (הַשּׁוֹאָה), el Holocausto (הַשׁוֹאָה), fue la culminación de este odio ancestral, donde seis millones de vidas fueron brutalmente arrebatadas. Sin embargo, en medio de la desesperación y la pérdida, las promesas de Adonái (יהוה) permanecieron inmutables. La creación del Estado de Israel (יִשְׂרָאֵל) en 1948, tan solo tres años después de la Shoá (הַשּׁוֹאָה), fue un milagro profético que desafió toda lógica humana. Este evento no solo representó el regreso físico del pueblo a su tierra, sino que también marcó el inicio de una nueva etapa de restauración espiritual y nacional, tal como lo habían profetizado los profetas del Tanakh (תַּנַ”ךְ).
Versos Paralelos:
* Yirmeyáhu (יִרְמְיָהוּ) 31:3-5: “Adonái (יהוה) se manifestó a mí hace mucho tiempo, diciendo: ‘Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. De nuevo te edificaré, y serás edificada, virgen de Israel (יִשְׂרָאֵל). De nuevo te adornarás con tus panderos, y saldrás en las danzas de los que se regocijan. De nuevo plantarás viñas en los montes de Shomrón (שֹׁמְרוֹן); los que plantan las plantarán y las disfrutarán’.”
* Yeshayáhu (יְשַׁעְיָהוּ) 62:1-2: “Por amor de Tziyón (צִיּוֹן) no callaré, y por amor de Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) no me quedaré quieto, hasta que su justicia salga como resplandor, y su salvación como antorcha que arde. Entonces verán las naciones tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Adonái (יהוה) nombrará.”
* Yejezkel (יְחֶזְקֵאל) 36:24-28: “Pues yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestra tierra. Os rociaré con agua pura, y seréis purificados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Y os daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré mi espíritu dentro de vosotros, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Elohím (אֱלֹהִים).”
Oración
Adonái (יהוה) nuestro Elohím (אֱלֹהִים) y Elohím (אֱלֹהִים) de Avraham (אַבְרָהָם), Yitzjak (יִצְחָק) y Yaakov (יַעֲקֹב), te agradecemos por tu fidelidad inquebrantable a tu pueblo Israel (יִשְׂרָאֵל). Con humildad y admiración, observamos cómo tus profecías se cumplen ante nuestros ojos. Vemos el regreso de tus hijos desde los cuatro rincones de la tierra, la restauración de la tierra misma que florece en el desierto, y el cumplimiento de las promesas de la vida. Te pedimos que continúes derramando tu Ruaj HaKodesh (רוּחַ הַקֹּדֶשׁ) sobre la casa de Israel (יִשְׂרָאֵל). Que sus ojos sean abiertos para reconocer a Yeshúa haMashíaj (יֵשׁוּעַ הַמָּשִׁיחַ) como su Rey (מֶלֶךְ) y Redentor. Levanta intercesores por Tziyón (צִיּוֹן) que no cesen de orar día y noche. Que tu paz, Shalom (שָׁלוֹם), que sobrepasa todo entendimiento, reine en Yerushaláyim (יְרוּשָׁלַיִם) y en toda la tierra de Israel (יִשְׂרָאֵל). Fortalece a tu pueblo contra el enemigo y protege a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel. Que el sonido del Shofár (שׁוֹפָר) de la redención final resuene pronto en los montes de Yehudáh (יְהוּדָה) y el mundo entero sepa que Adonái (יהוה) reina. En el Nombre de Yeshúa haMashíaj (יֵשׁוּעַ הַמָּשִׁיחַ), amén.
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