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📜 LA PARASHÁ BEHAALOTJÁH (Bamidbar בְּמִדְבַּר 8:1–13:1) – 5781:

EL LLAMADO A LA UNIDAD Y A LA OBEDIENCIA EN EL PÉSAJ DEL ETERNO


Bamidbar (בְּמִדְבַּר Números): Una Guía Divina de Liderazgo y Convivencia

El libro de Bamidbar (בְּמִדְבַּר Números) es un poderoso manual celestial sobre resolución de conflictos y liderazgo. Enseña cómo construir la vida de forma que evitemos caer en graves errores al tratar de imponer nuestras propias reglas en el Reino de Adonái יהוה. La parashá de esta semana, Behaalotjáh, es una sección extensa que incluye múltiples eventos y mandamientos: desde el encendido de las lámparas del candelabro, la consagración de los Levitas, la celebración del Pésaj Shení (Segundo Pésaj), el sistema de señales en el campamento y mucho más. En el capítulo 11 comenzamos a ver los problemas que se irán intensificando a lo largo de todo el libro de Bamidbar.


¿Por qué Adonái toma tan en serio el Pésaj?

Quiero llamar la atención sobre el comienzo del capítulo 9, donde se menciona el Pésaj Shení. Cada festividad establecida por Adonái יהוה no es sólo un recordatorio histórico, sino una vivencia espiritual activa, una implantación del Reino del Cielo y de sus valores eternos. Lo interesante es que ninguna otra festividad recibió una advertencia tan estricta como el Pésaj.

Si alguien no participaba en Shavuot o en Sukot, no era tan grave. Pero en cuanto a Pésaj, todo Israel debía celebrarlo, cada año, sin excepción. Cada hebreo debía mantenerse puro, planificar su tiempo, y asegurar su participación. Por eso se daba una segunda oportunidad, el Pésaj Shení. La alternativa era severa:

“Pero el hombre que esté limpio y no esté de viaje, y deja de celebrar el Pésaj, tal alma será cortada de su pueblo, por cuanto no presentó la ofrenda a Adonái יהוה en su tiempo”
(Bamidbar בְּמִדְבַּר 9:13)

Esto demuestra que Adonái exige obediencia en Su tiempo, no según nuestra comodidad. Esta comprensión se completa al mirar el significado de Pésaj desde la revelación del Brit Hadashá (Pacto Renovado).


El Significado Profundo del Pésaj

¿Qué proclama el Pésaj cada año para Israel? Más allá de la liberación de la esclavitud en Mitsráyim (Egipto), el Pésaj también proclama nuestra libertad para servir a Elohím. Cada seder de Pésaj enfatiza que fuimos liberados para hacer la voluntad del Eterno.

Por eso Adonái dice que quien no lo celebre será cortado. Porque hay tiempos designados no solo para sacrificios, sino para la proclamación y establecimiento de la Verdad. Repetir estas citas año tras año entrena nuestro espíritu, alinea nuestra alma, y nos enfoca en la verdad del Reino.


El Pésaj del Brit Hadashá y el Orden de Elohím

Cuando nuestro Melej (Rey), Yeshúa haMashíaj, celebró Pésaj con sus talmidim (discípulos), Él instituyó los valores sagrados que debemos guardar y transmitir. Cada vez que participamos del pan y la copa, estamos celebrando el Pésaj en su plenitud: tanto el de la Toráh como el revelado en el Brit Hadashá.

Rebe Shaúl (רַב שָׁאוּל, también llamado Pablo) lo explicó así:

“Porque yo recibí del mismo Adón (MarYah מַרְיָא) lo que también os he enseñado: que el Adón Yeshúa, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo, tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo Pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Adón anunciáis hasta que Él venga”
(1 Corintios 11:23-26)

Proclamamos Su muerte como la ofrenda de Pésaj definitiva, hasta Su regreso.

Y también dijo:

“De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Adón indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Adón. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Adón. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen”
(1 Corintios 11:27-30)

Esto conecta directamente con Bamidbar 9:13: la participación indigna en el Pésaj, ya sea en la Toráh o en el Nuevo Pacto, puede traer graves consecuencias. Pero hacerlo con discernimiento trae berajáh (bendición).


El Pésaj y la Condición del Corazón

Ya sea en el antiguo o nuevo pacto, lo importante es la intención del corazón. Nadie debe acercarse al Pésaj según su voluntad personal, sino según la voluntad de MarYah (Adonái יהוה revelado en Yeshúa). Las Escrituras nos advierten sobre las consecuencias de actuar con orgullo, independencia o desobediencia.

Este no es un mensaje de juicio, sino de exhortación hacia el orden y la santidad. Tanto el TaNaJ como el Brit Hadashá nos enseñan esto.


El Pan del Pésaj: Una Llamada a la Unidad

Otra verdad revelada en el Pésaj del Nuevo Pacto es la unidad de los creyentes. La celebración de la Cena del Seder no es solo memorial, sino una proclamación de nuestra unidad en Mashíaj. Shaúl reprendió a la Kehiláh (Comunidad) de Corinto porque convirtieron este tiempo santo en un simple banquete, perdiendo el sentido sagrado y espiritual.

Hoy en día también oímos frases como: “Sí, Elohím dijo eso, pero nosotros tenemos nuestra forma de entenderlo. Nuestra relación con Él es personal, no necesitamos ser tan literales”. Esta actitud, aunque moderna, es peligrosa, porque abre la puerta al individualismo espiritual, y rompe la comunión.

Algunos creyentes incluso evitan el seder porque se sienten indignos. Eso no es lo que enseña la Escritura. Al contrario, como dice Bamidbar 9:13, debemos hacer todo lo posible para participar del cena del Seder, proclamando que somos libres y seguimos el camino del Eterno.


Un Desafío a Nuestra Voluntad

Participar del pan y la copa desafía nuestra carnalidad y nuestra inclinación a aislarnos. Nos recuerda que fuimos llamados a vivir como un solo cuerpo en Mashíaj, a renunciar al egoísmo y al orgullo personal. Puede parecer poco moderno en tiempos donde se valora tanto “el espacio personal”, pero el mensaje del Reino es claro: unidad, humildad y obediencia.

El Pésaj, tanto antiguo como nuevo, es una señal de que somos libres no para vivir como queremos, sino como quiere nuestro Adón Yeshúa haMashíaj.


+Recursos del Ministerio Judío Mesiánico de Biblia Toráh Viviente Para Maestros, Traductores y Estudiantes: https://bibliatorahviviente.github.io/recursos/

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